Alí Siles, Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG), Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Fecha de las fotografías: marzo 2020.
Durante el último trimestre de 2019, mujeres estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Institución de Educación Superior (IES) pública más grande e importante del país, realizaron una serie de movilizaciones políticas para denunciar el mal manejo (en varios casos, la total desatención) de las autoridades universitarias de un número importante de denuncias de violencia sexual. Asimismo, las estudiantes denunciaban conductas de acoso por parte de estudiantes, personal académico y administrativo de la universidad, y en general un ambiente hostil e inseguro para las mujeres integrantes de la comunidad universitaria. Como parte de la movilización, varias facultades y escuelas universitarias fueron tomadas por las mujeres organizadas.
Las fotografías fueron tomadas durante las primeras semanas de confinamiento, cuando las instalaciones universitarias se encontraban prácticamente desiertas debido a la contingencia sanitaria. Algunas mujeres permanecieron en la toma por pocas semanas más, para finalmente retirarse en medio de la pandemia. Sin embargo, la movilización política había dejado su huella en varios sentidos, siendo las múltiples consignas estampadas en los muros y ventanas de las facultades una de las más aparentes. Está son sólo algunas de ellas plasmadas en las facultades de Filosofía y Letras y de Economía.
¿Por qué son importantes estas fotografías en particular para su investigación?
La violencia de género, en sus diferentes formas y niveles, es intrínsecamente un problema de masculinidad(es). La violencia sexual y las conductas inapropiadas en ese sentido en las IES nos permiten observar de qué forma las masculinidades están involucradas en (re)producir y perpetuar este tipo de violencia. Las narrativas dominantes en la opinión pública han tendido a retratar a los perpetradores de violencia sexual, la mayoría de ellos hombres, como individuos inadaptados, propensos a comportamientos irracionales. Pero, de hecho, se puede argumentar que sus acciones son, en general, el producto de un sistema racional de relaciones que asegura y reproduce la subordinación de las mujeres y varios grupos de hombres, al que la teoría y la política feministas se han referido como (hetero)patriarcado. El análisis de la violencia de género en las IES desde una perspectiva de género pasa, necesariamente, por un estudio riguroso de su componente de masculinidad(es). En este sentido, las nociones y significados sobre masculinidad presentes en los diversos discursos de las mujeres movilizadas invitan a explorar su relación con la producción de identidades y prácticas masculinas en el entorno universitario.
Walls Have Lips
Alí Siles, Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG), Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Photo capture date: March 2020
During the last quarter of 2019, female students at the National Autonomous University of Mexico (UNAM), the largest and most important public Higher Education Institution (HEI) in the country, carried out a series of political mobilizations to denounce the mismanagement (in many cases, the total neglect) of university authorities of a significant number of complaints of sexual violence. Likewise, the students reported harassment by students, academic and administrative staff of the university, and a hostile and unsafe environment for women members of the university community in general.
As part of the mobilization, several colleges and universities were taken over by organized women. The author took the photographs during the first weeks of confinement when the university facilities were practically deserted due to the health contingency. Some women stayed in their strongholds for a few more weeks, finally withdrawing amid the pandemic. However, the political mobilization had left its mark in several ways, with the multiple slogans stamped on the faculties’ walls and windows is one of the most conspicuous. These are just some of them captured in the Faculties of Philosophy and Literature and Economics.
Why are these particular photos important to your research?
Gender-based violence, in its different forms and levels, is an intrinsical masculinity issue. Sexual violence and inappropriate behaviours in that sense within HEIs allow us to observe how masculinities are involved in (re)producing and perpetuating this type of violence. The dominant narratives in public opinion have tended to portray perpetrators of sexual violence, most of them men, as maladjusted individuals, prone to irrational behaviour. But someone can argue that their actions are, in general, the product of a rational system of relationships that ensures and reproduces the subordination of women and various groups of men, to which feminist theory and politics have referred to as (hetero)patriarchy. Analysis of gender violence in HEIs from a gender perspective needs to include a rigorous study of its masculinities’ component. In this sense, the notions and meanings about masculinity present in the various discourses among mobilized women at the university invite us to explore their relationship with the production of masculine identities and practices in the university environment.